martes, 15 de mayo de 2012

Que... ¿por qué?

Me preguntan por qué me gusta mi trabajo, por qué estoy acá, que por qué estoy con mi novio, que por qué no estoy con mi ex, que por qué...

Amo mi trabajo porque me permite sonreir, jugar y explotar mi creatividad.

Que aunque la vida trabajando en un crucero es dificil, vale la pena porque me permite llegar a lugares donde nunca crei llegar a estar, lugares tan lejanos en los cuales mi curiosidad ni siqueira llego a tocar, tan fuera de mi realidad que nunca siquiera los puse en mis planes o en mis sueños.

Amo a mi novio porque a pesar de todas las diferencias de personalidad, culturales y socioeconomicas que existen entre nosotros, no hay sitio en que me sienta mas en casa que recostada en su pecho, porque es mi familia, porque es mi complemento, mi balance y mi fuerza para continuar.

Cansancio total


Estoy exhausta. No, no tiene nada que ver con el trabajo, aquí el problema son las horas de sueño. Mi novio y yo estamos viviendo en su cabina, aclaremos una cosa… son camas mas pequeñas que una individual y aparte, el cuarto tiene 2 literas, arriba viven dos filipinos, a uno nunca lo vemos, sólo sé que vive ahí porque su nombre está en la puerta y de vez en cuando se ven un par de zapatos extras en la mañana, el otro tampoco lo veo, pero sé cuando llega en las noches porque siempre fuma en el baño y ronca. En la parte de abajo de las literas viven dos Santa Lucianos, mi novio y yo en una cama y el otro chico con varias chicas en la otra cama, tenía novia hasta hace unas semanas, siempre dormían juntos, pero después empezaron sus dramas nocturnos, ella se levantaba a media noche, le gritaba que era la última vez, azotaba la puerta y minutos después empezaba el martirio de las llamadas sin contestar; ella llama a la cabina una y otra vez y el decide ignorar el teléfono sonando, una y otra y otra y otra vez, cada 10 min, cada media hora, todo depende de que tanto quieran chingar esa noche, cuando de plano nos cansamos de su juego, descolgamos el teléfono, pero aun sigue pitando como si tuvieras una llamada en espera… (por cuestiones de seguridad en el barco no podemos desconectar el cable, el acceso esta obstruido). 

Ya no son novios, él estuvo solo… una semana y después de eso empezó a traer varias chicas al cuarto, al no ser parejas formales son mucho mas discretas, puesto que como algunas tienen novio aquí o en casa, no quieren que todo mundo se entere de sus jueguitos, pero vemos un desfilar de chicas por la noche y de vez en cuando los han delatado un par de prendas en el suelo al amanecer… cosa curiosa, anoche, la ex novia volvió a dormir en el cuarto con nosotros, nadie dijo nada.

Hace unas cuantas noches el llego ebrio, perdón, pedisimo, hasta el culo de borracho! Llego tropezando con las sillas y los cables a la entrada, se acostó y apenas unos minutos mas tarde, el sonido de arcadas me despiertan, despierto a mi novio sacudiéndolo y le digo, “creo que tu roomie acaba de vomitar” y me dice “no, seguro que soñabas, yo no escucho nada” así que espere despierta unos momentos intentando escuchar algo, esperaba escuchar la puerta del baño cuando saliera y se fuera a acostar de nuevo, pero no note nada, todo estaba obscuro, ni siquiera notaba el reflejo de la luz del baño prendida… ¿habré estado soñando? Abro la cortina y tuve que aguantar la respiración, vomito estando acostado, hacia afuera de la cama, así que su cama, cortina y la mitad del pasillo estaban llenos de vomito rojo, el olor a jugos gástricos y vino tinto es abrumador, sacudo a mi novio otra vez y lo hago ver, el se ríe, yo tengo que huir, sino voy a vomitar también, me pongo los zapatos y una enorme sudadera y salgo corriendo de ahí, cuando salgo, veo el reloj del pasillo… 5:05 de la mañana… maldita sea, ¡me va a matar de cansancio este tipo!

WAAAAHHHH ME QUIERO DORMIR!!!


Es que no sé lo que me pasa, nunca me había pasado así, bueno … de menos nunca en barcos, me siento tan ma,l tan sola y lo extraño es que mi novio está conmigo, hasta me remuerde la conciencia sentirme así estando aquí.
No sé que lo género, tal vez solo empezó mal el día. Tal vez fueron mis sueños, tal vez fue a ver a mi padre en mis sueños…
Y me siento tan sola…
Tal vez solo son las hormonas… ojalá fuera una mujer normal que pudiera culpar a las hormonas por sus cambios emocionales, pero yo no soy así, no funciono como una mujer normal que llora, ríe y se enoja motivada por esos ciclos.
Aunque la verdad, creo saber por qué es. La culpa es de mi equipo, sí, sí, sé que suena ridículo, pero es que nunca había estado trabajando con gente tan incompetente, valemadrista, apática y además de todo, estúpida. Es increíble que me echen carrilla porque quiero trabajar, me siento en primaria… son una bola de mañosos que están buscando siempre como zafarse de las obligaciones, vamos, trabajamos con niños, no es esto una oficina, ¿acaso es tan difícil sentarse junto a un niño a platicar? ¿o invitarlo a pintar o a jugar una partida de uno? Que si eso se les hace difícil, entonces no sé que demonios hacen trabajando aquí.
Y ni empecemos con mi supervisora, que es tan doble cara que ya no sé cómo tratarla… fuera del trabajo es a toda onda, platica mucho, ha viajado mucho así que nos sirve de guía de turistas, en fin, siempre preocupada por el ambiente entre sus trabajadores y la madre… pero es tan quisquillosa con los proyectos de trabajo que hace que absolutamente nadie quiera proponer nada, son juegos! Son cosas de niños! No trabajamos haciendo cohetes! Y bueno, si tuvieras una opinión clara al respecto de las cosas, nadie se quejaba, el problema es que si proponemos una idea que es diferente a la tuya esta mal, que si decidimos tomar tu idea y el resultado no es exactamente lo que imaginabas entonces fue trabajo echado a la basura, que pretendes que te importa tanto el equipo pero en realidad te importan mas los números que presentas, cuando dices que eso no es nada importante.