martes, 14 de mayo de 2013

Cambios

Ultimamente he tenido mucho tiempo para pensar... pensar en el pasado y en el futuro. Me he dado cuenta que dejé de pensar en el hubiera, ya no me arrepiento, tal vez sólo es porque estoy satisfecha y curiosa de lo que hay por venir. No me lamento de mis elecciones ni de las cosas que perdí, ni en las personas.

De verdad agradezco a todos los que tocaron mi vida y se fueron... agradezco que se hayan ido. Si no se hubieran ido seguiría atada tal vez a ellos, seguiría enamorada tal vez de EAR, seguiría insatisfecha. Me queda claro que todos los cambios tienen su razón de ser y que son necesarios aunque puedan ser dolorosos en su momento.

Me han dado ganas de escribirle a mis exes... darles las gracias por todo lo que me enseñaron, por lo que compartimos, por haberme ayudado a crecer a su lado, pero a EAR, a el le doy gracias por todo y además por haber salido de mi vida. Aunque creí que no amaría a nadie nunca como a el, me doy cuenta que puedo amar tanto como para no extrañarlo mas en mi vida, como para darle gracias por haberse ido y así permitir que llegara alguien mejor.

Cuando pienso en el futuro a veces tengo miedo... a ser un adulto de verdad, esta vida en barcos me ha permitido seguir con una vida de "chavo" de no tomar mas responsabilidad de mi vida, de vivir despreocupada por cuentas, bancos y todas esas cosas con las que vivir en una sociedad moderna requieren... y es ironico que yo soñaba con nunca ser adulto... "cometería suicidio antes de convertirme en adulto" es lo que pensaba constantemente (a partir de los 12 años).
Que ¿por qué nunca lo hice? bueno... me di cuenta que tener 18, 19... era sólo un número y que a esa edad por mas que seas un adulto legalmente no vives como un adulto. Cuando salí de la universidad tuve una pequeña probada... vivir con EAR me abrio los ojos a muchas cosas, pero duró apenas unos meses y cuando las cosas terminaron mal con él, huí. Mi refugio en los cruceros me ha permitido seguir en esa etapa... me preocupo por ir a trabajar, cumplir con las reglas del barco y lo demás es sólo viajes. Nada de cuentas, nada de nada.

Y ahora... ahora por fin tomaré una decisión adulta... casarme con ALV... ¿y eso me hace un adulto?... tal vez, pero no me agobio, porque sé que aunque tengamos decisiones difíciles de tomar, estaré a su lado todo el tiempo, para todas las decisiones tendré una segunda opinión y eso me hace sentir segura y feliz.