Mi plan de irme de viaje se canceló y no nos quedó otra opcion que agregarnos mi hermana menor y yo al plan. Salimos de Guadalajara a las 4:30 am... asi que ya sabran el animo con el que empezamos, todos bostezando y medio dormidos dimos inicio a las desveladas y dormir poco. Si me ven uno de estos dias, entenderán mis ojeras de mapache.
Despues de 17 horas de camino, con sólo 3 paradas para ir al baño y llenar el tanque de gasolina, llegamos a Tuxtla Gutierrez -hubo partes de la carretera que fueron muy difíciles, llovía mucho y la carretera estaba llena de no baches, sino señores volcanes-
Tengo un amigo que vive en una pequeña poblacion cerca de Tuxtla, asi que el me recomendó qué hacer, a qué hora estar en tal o cual plaza y demas detalles muy útiles, me dio recomendaciones hasta de qué comer... lo que nunca recomendó, fue dónde hospedarse. Y claro... ibamos empezando el viaje y pensando en que estariamos todo un mes, buscamos hospedaje economico... pero no hay que irse a los extremos! si... lo sé, la pintura, el baño...! y poner un destapador dentro del baño?! cabe aclarar que sólo pasamos una noche ahi, despues encontramos un hotel viejo pero bien cuidado, que por unos pesos más nos daba una bonita decoracion, un cuarto limpio y agradables aromas.
Pero claro! TUXTLA GUTIERREZ es mucho más que los hoteles.
Conocimos la catedral, escuchamos las melodias que cada hora tocan las campanas y al medio día, salen unos muñequitos de madera, los doce apostoles.
Fuimos al mercado y conocimos comida bastante peculiar, como el Rambutan (una fruta parecida al lichi por dentro, una textura de Yaka y un sabor... parecido al Danonino tutifruti, solo un poco más acido. Y comimos nucú, que es como... una hormiga o algo asi, le arrancan la cabeza y los asan (tienen un sabor parecido a la carne quemada, como los restos de carne que quedan en el asador) son esas bolitas negras que vende la señora en la calle.
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