Este mes no sabía qué hacer, así que vi muchas fotos e ilustraciones y empecé a dibujar algunos personajes que me gustaron e invente otros, que ¿porqué estan tan chuecos? jeje... soy diestra, y los dibujé con la izquierda. Obvio, tuve que colorear con la derecha, aún es muy torpe la izquierda para esas cosas.
Mi familia por parte de mi mamá y por parte de mi papá son muy diferentes, mi madre, Elisa nació de Don Gerardo, de los ricos de un pueblo de sur de Jalisco, viudo a los 30 años y con dos hijos de su primer matrimonio, y de Elizabeth, una hermosa joven de los altos de Jalisco, con familiares franceses que tenían buena posición económica en la región.
Gerardo y Elizabeth terminaron en Guadalajara por diferentes razones, Gerardo, se inició como comerciante, llevando mercancía de la ciudad, a su pueblo, Elizabeth, cuando su familia, huyendo de la trágica muerte de su hermano mayor, y de la persecución de los cristeros los llevó a instalarse en el centro de Guadalajara.
Tanto Gerardo como Elizabeth, eran de las familias que vivían al centro de la ciudad, del lado sur del río San Juan de Dios, ya que cruzando el río, vivían familias menos privilegiadas, por no decir jo..idas, como la familia de mi padre, Juan José.
Juan José nació del criollo Arturo (madre indígena, padre mestizo) a quien no pudo conocer, ya que falleció unos meses antes de que el naciera, su madre, Miriam, una joven nacida en Yahualica que llegó a Guadalajara con su familia en busca de mejores oportunidades para vivir, ambos vivían del lado norte de San Juan de Dios, en las afueras de la ciudad. Mi padre fue un niño criado por su madre y sus tres hermanas mayores, creció en una casa que era parte de adobe, parte de palos, con techo lámina que con la temporada de lluvias terminaba volando y dejaba la casa y los pocos muebles que tenían totalmente expuestos.
Gerardo y Anabel, los hijos del primer matrimonio de Don Gerardo, fueron enviados a estudiar a internados tan pronto como Don Gerardo y Elizabeth se instalaron en el mismo techo, pronto llegaron los hijos y fueron cinco en total, Luis, Pablo, Gil, Ramiro y la menor Elisa, todos ellos, excepto mi madre, fueron también enviados a internados para estudiar, sigo sin entender porqué, pero al parecer mis abuelos querían que alguno de sus hijos se dedicara a la iglesia, así que los mandaron un tiempo a ver si les gustaba, estudiaron en España por un par años lo que vendría siendo la secundaria con teología, visitaban a la familia de vez en cuando, todos, excepto Gerardo, quien al parecer si tenía vocación, y estuvo a punto de hacer votos de sacerdote, cuando conoció a Carolina, con quien vive en Monterrey desde hace 30 años y tienen dos hijos, Gerardo y Javier. Así es como mi padrino Gerardo, obtuvo su titulo de "padrecito" entre la familia.
Anabel, de ella no se mucho… sólo que vivió muy poco tiempo en la casa con los demás, que prefirió irse con unas tías a vivir a Oaxaca, y sigue allá.
Luis, ingeniero, el genio de la familia, es la versión mexicana de Cirilo Peraloca, con una vista de águila gusta de salir de cacería y coleccionar pieles, cuernos, cabezas y escopetas, también tiene su taller privado, donde inventa maquinas, repara sus escopetas, autos, teléfonos y cuanta máquina descompuesta le pongas en las manos, se casó con Clara, una mujer un poco... especial, excelente cocinera, capaz de limpiar animales muertos y convertir el trozo de carne mas desagradable en una delicia, pero incapaz de cambiar el pañal de alguno de sus hijos sin correr a vomitar. Sus hijos, Laura y Cristobal, heredaron la mente del padre, Laura, graduada con honores en Odontología, con especialización en Odontopediatría, esta esperando su primer hijo, Cristobal, su hermano menor, padre de Ivan, divorciado de una mujer que es prácticamente una desconocida para la familia, es veterinario, pero su verdadero placer, es la cacería y la pesca, tal como su padre.
Pablo, abogado, es un hombre fornido, de carácter fuerte, pero con una personalidad muy agradable, de joven era mucho más rebelde de lo que uno pudiera imaginar ahora al verlo cubierto de canas, cuando era niña, escuchar sus historias de bandas, grilla en la universidad, heridas de guerras que nunca existieron y familiares muertos rondando los pasillos, era una combinación de asombro y terror. Siendo muy joven, se casó con Lucy, una americana joven, idealista y hippie que llegó a México a estudiar literatura hispana y con la carrera de historia americana a medio camino. Fue un romance de novela, la familia de ella, no aceptaba la relación con un mexicano, creyéndolos a todos machos de bigote, golpeadores de mujeres, pero después de un par de años de constantes visitas en la frontera, se casaron aún a pesar de la oposición de la familia de Lucy, postura que hasta el día de hoy mantienen, a pesar de que son una pareja muy feliz, que tuvieron dos hijas, Ema y Karla. Ema se casó con Lalo, un joven tranquilo y estudioso, con quien es madre de dos niñas, Paty y Julieta y de un niño que se esta estrenando en la familia, Leonardo. Karla, una estudiosa abogada que nunca ejerció, se casó con Francisco, unos cuantos años mayor que ella, alegre, bromista y parrandero, con quien tuvo dos niños, Julián, niño genio y Ramón.
Gil, de el no sé mucho, falleció en un accidente automovilístico a los 19 años de edad a unas cuadras de su casa, cuando estaba chica, encontré en uno de los cuartos de la casa de mis abuelos un cuaderno de dibujo, caballeros, dragones y castillos en todas las hojas, eran excelentes dibujos, y llevé el cuaderno con mi abuelo para que me dijera quien los había hecho, pero no me contestó. Después mi madre me platicó que tenían otro hermano que yo no conocí, al parecer era el artista de la familia y el más pacífico de todos, pues según cuentan, siempre se mantenía al margen de los problemas. Lástima que duró tan poco tiempo, me hubiera gustado ver lo que sería capaz de crear el en estos momentos.
Ramiro, contador público y ejemplo a seguir de mi mamá, por lo que ella decidió estudiar contabilidad. Mi tío Ramiro, esposo de Alma, padre de seis hijos, me adoptó también a mi, me llama “hija mía” desde que tengo 8 años de edad y me llevaron con ellos en un viaje a Estados Unidos. Conozco muy poco de el, sé que le gusta la pesca más que la cacería, que era amigo de mi padre, compañeros de la carrera, sé que el presentó a mi mamá y a mi papá y se arrepintió cuando se hicieron novios, pero para ese momento, no había mucho que hacer. Los hijos de mis tíos son: Diego, 30 años y con cara de niño, güero y con los ojos mas azules de la familia, es un ingeniero con un buen puesto en una de las dos empresas mas importantes del ramo computacional, Manuel, ingeniero también, trabaja con la competencia de donde está su hermano mayor, ambos son buenos hijos, jóvenes responsables, solteros y adictos a la adrenalina, su afición son todos los deportes extremos, desde snowboard a kite. Alicia, es la única prima hermana que tengo de mi edad, la güera de la familia, muy guapa, nutriologa, ñoñisima y casi esposa de su novio de toda la vida, Israel. Paola, un par de años menor que yo, estudia… no estoy segura qué, pero a su corta edad, es dueña de un par de negocios que ha puesto con su novio, cuyo nombre no recuerdo, además de trabajar para una empresa de seguros. David, era un niño tan tranquilo, que era difícil de creerlo, en estos momentos, está en la etapa de garza, mide 2mts y no pesa mas de 70 kgs, es de la edad de mi hermana menor, y el pilón de la familia, Paco, para mi, siempre ha sido el peloncho, su apodo de bebé, cada que lo veo me impresiona cuánto cambia y lo poco que sé de el, sólo sé que le encanta salir de cacería y pesca con su padre, su tío Luis y Cristobal.
Eso es por el lado de mi madre, buenas costumbres, visitas frecuentes entre todos, viajes frecuentes, muchas historias para compartir, familia “fresona” que cada vez cuenta con más integrantes, todos vivimos al extremo sur de la ciudad, entre todos cuidamos a mi abuelo que este año cumple 100 años, si Dios le da licencia, como decía mi abuela que hace 5 años nos dejó.
De mi padre y su familia, conozco muy poco, mi padre no conocía bien las historias, y muchas, no alcanzó a contarmelas.
Como mi padre no tuvo papá, su madre trabajaba mucho, fue criado por sus hermanas y primos, que con temor a que se hiciera joto por estar siempre entre viejas, desde los 4 años se lo llevaban a las cantinas y los acompañaba en todos sus jales, gracias a esto, mi padre le hacía de todo, plomero, carpintero, mecánico, electricista y hasta cantinero.
Lipa, la hermana mayor de mi padre, es una mujer que a pesar de su edad, tiene una elegancia natural, aunque no crecieron con ningún tipo de lujo, se le ve el orgullo al caminar, una hermosa mujer a quien siempre he admirado por su ternura hacia nosotros, se casó con un ranchero de billete, guapo y bigotón de quien no tengo memoria mas que por fotos, de quien se enamoró por su habilidad como charro, le dio varios hijos, y después se divorciaron, mi tía no se ha vuelto a enamorar. Sus hijos, Pedro, María y Rosa, además debe haber otra hija de quien en este momento, no me puedo acordar, para mi, sólo tiene dos hijas, María, que vive en Canadá con su esposo Roberto y su hija Cristina, ellos nos visitan cada uno o dos años, y Rosa, mejor conocida como la Güera, divorciada de un patán que hasta sus hijos le robó, un par de hermosos e hiperactivos niños que ahora viven en Colima, Daniel y Alicia. De Pedro, no me acuerdo de nada, pero sé que esta casado y tiene tres hijos, vive como ilegal en Texas desde hace más de 15 años. Y según recuerdo… debe haber otra hija, pero no me puedo acordar de su nombre, ni donde vive, sólo sé que se salió de su casa siendo muy chica, que se fue a vivir con un novio, y luego con otro, hasta terminar casada con un gringo, tienen un par de hijos y algunos perros chihuahua.
Estela, la rebelde, madre de dos mujeres, Carmen y Katia, son medias hermanas, y desconozco quien sea el padre, aunque hay fotos de un hombre en algunas repisas de la casa, no sé su nombre, ni padre de quién sea. Estela era la chica que salía a bailar rock a las discos y traía a todos los hombres con la lengua de corbata, en sus fotos de joven se ve que era muy guapa, pero los años y la soledad, la han hecho dura por dentro y fuera, y en su ceño fruncido no se distinguen los hermosos ojos almendrados que tenía de joven. Carmen es la gordita, desde los 15 años o tal vez un poco menos, ha batallado con su peso, fluctuando entre los 90 a los 120 kgs, vive frustrada por la ropa que no se puede comprar, por las dietas que al par de semana le dejan de funcionar y por un novio, que después de diez años juntos, no se decide a hacerla su esposa. Katia, una chica extrovertida a quien le encanta bailar, en cada reunión familiar, daba un show, esta recién casada con Oscar, un joven que trabaja para el gobierno, así que tiene la esperanza de cambiar su forma de vida por algo mejor.
Cecilia, la pequeña, media como 1.55mts, con cuerpo de uva, se movía mejor que cualquiera al bailar, morena de ojos verdes impresionantes, esposa de Ernesto, que falleció cuando ya era ciego por la diabetes apenas un par de años antes que ella, adoptó a dos niños huérfanos, Emanuel y Joel, el primero se ha casado un par de veces, tiene varias hijas repartidas en diferentes familias, y Joel, es el pequeño de la familia, hace 5 años que es más huérfano que nunca y hace 4 años que no se le ve. Sabemos muy poco de el, sé que estudia, que trabaja en un Samborn’s de la ciudad, que su peso va y viene según su estado de animo y que la casa en que vive, cada día se ve mas triste. Esto de las adopciones de mi tía Ceci, era algo que todos sabíamos excepto los hijos, fue un drama familiar cuando Emanuel se enteró, y nadie sabe si se enteró sólo de el, o también de Joel, así que nadie sabe si Joel sabe o no. Días antes de que mi tía Ceci falleciera por complicaciones de la diabetes y un pésimo estado de sus riñones, pidió que no le dijeran a Joel nunca la verdad, que ella había sido su madre desde el día en que el llegó a casa y que no quería que nadie le quitara eso jamás.
Juan José, Juanito para sus hermanas, primos y primas, el chiqueado de toda la familia, criado por todos y por nadie a la vez, el suertudo de la familia, trabajó desde niño acompañando a sus primos, un estudiante destacado, -siempre nos platicaba de cuando conoció al presidente por ser de los niños más inteligentes-. Toda su vida luchó por salir de la situación económica que lo rodeó cuando era pequeño, gracias a el, tengo todo el día de hoy, y no me tengo que preocupar por refugiarme de la lluvia con colchones, o qué comer. Con todas sus enseñanzas buscaba que nosotros apreciáramos lo que tenemos, que nos diéramos cuenta que la vida no es fácil, que hay que aprender y empezar desde abajo para tener éxito, y a mi hermana y a mi, a que nos consiguiéramos un buen esposo, porque es el único integrante de la familia que uno mismo elije. Mi papá murió hace 5 años también, unos meses antes que mi abuela Elizabeth y mi tía Ceci, ¿por qué murió? Nadie supo, yo creo que sólo Dios lo llamó, le tocaba, así de fácil.
