miércoles, 28 de marzo de 2018

La decisión mas difícil...

Y crei que decidir perdonar era dificil... ha pasado un año desde que me enteré... he intentado trabajarlo, expresarlo, ocultarlo... se me agotan las ideas y ya no sé que hacer. Le sugeri ir a terapia... su respuesta fue "¿para qué? si quieres ir tu, ve, yo no tengo ningun problema" después de unos días me dijo "si quieres, vamos"...
Conforme pasaban los meses yo más me deprimía... él me dijo que los primeros 6 meses fueron los más duros... me dijo "no comias, no dormias, no pensabas con claridad..." cosa curiosa... creo que me siento peor ahora, aunque si como, si duermo y por fin puedo pensar... y he ahí el dilema... ahora pienso con claridad.
Siento, pienso, hablo... analizo, recuerdo... y entiendo que debo tomar una decisión... pero ah que difícil decisión! dejar a alguien cuando aún lo amas... suena loco, suena ilógico, pero creo que es lo más sano para mi.
Me siento atrapada en una relación donde no hay amor... el jura que lo hay, pero yo no lo veo, no lo siento.
Tal vez la del problema soy yo... tal vez soy tan mala pareja que lo aleje tanto, que buscó algo más... pero por peor pareja que alguien sea, creo que nadie se merece una traición... mejor decir, "no estoy feliz aqui, no estoy satisfecho, con su permiso que me voy" mejor tener las agallas y no mentir ni engañar.
Todavía hoy, espero el momento en el que el tenga las agallas de decirme... "ya no te quiero"... aunque aún lo amo, ruego escucharlo de su boca para sentir que tengo permiso a ser libre... pero de él, sólo escucho el silencio.
Parecemos compañeros de cuarto, no pareja. Parece que estoy condenada a escucharlo roncar, a compartir pedos en la noche y olvidarnos de nuestra existencia durante el día... ojalá pudiera olvidarme de su existencia, pero esta presente a todas horas... y ahora más, que estoy de vacaciones del trabajo y no tengo a mis niños que me llenan de alegría y ocupan mi mente... sólo me queda la soledad.
La casa en silencio...
Debería ir a ver a mis amigas, ir por una nieve con algun amigo, visitar a mis sobrinos, hacer algo... pero no logro convencerme a mi misma, no sé qué hacer...
Y cuando creo que por fin mis palabras llegaron a el, que por fin entendió lo que necesito... que por fin entiende, hay uno o dos días maravillosos... pero se acaba muy pronto y volvemos a la rutina... una rutina en la que yo no soy parte de su vida...
Y lo he intentado, de muchas maneras... le he mandado mensajes, canciones, le he mandado videos, he hablado con el hasta el cansacio, de buenas de malas, de todas formas... le he procurado, lo he evitado... y nada realmente funciona.
¿Acaso es el tiempo? tal vez sólo es el amor desgastado de uso... 8 años tal vez sea demasiado... ¿acaso es que el amor caduca? ¿se va haciendo rancio?... yo creería que no... mis abuelos pasaron mas de 50 años juntos... mis padres más de 20... de verdad sólo la muerte les pudo separar... o... ¿el amor moderno no dura? como los autos... estaban hechos para durar una vida, ahora sus cubiertas de plástico no estan hechas para resistir los golpes, sino para desmoronarse...
El cree firmamente que esto es sólo una mala racha... que estoy medio paranoica y va a pasar... yo digo, que este dolor es demasiado profundo, no veo mejora ni esperanza... y ya me cansé.

2 comentarios:

daniel reyes dijo...

busca ayuda, tu libertad/felicidad cuenta mucho... no puedes vivir atada a una persona si ambos no son felices; es difícil poder aceptar que fallamos, pero al darte una nueva oportunidad de reconstruir tu vida, encontrarte, amarte y volver a ser feliz, creo que tienes muchas aspiraciones para poder seguir adelante... un abrazo.

Anónimo dijo...

Me entristece leerte, más porque es muy evidente cuánto lo amas, el problema es que lo has amado demasiado, al punto de olvidarte de tu amor propio. Sólo puedo decirte que no vale la pena, en serio no, no sólo te mintió aquella vez, lo sigue haciendo todos los días, su mitomanía es tan real como el tatuaje que tiene en sus costillas, la existencia de Georgina o esa playera azúl grisaseo que se pone los fines de semana. Lo siento de verdad y sé que no encontrará nunca el valor para decirte esas palabras que esperas escuchar. La felicidad es responsabilidad de cada uno de nosotros, independientemente de que los otros nunca asuman la culpa por lo que nos han hecho. Respira, ámate, sana y perdona, invierte en ti y una vez que estés lo suficientemente fuerte encontrarás respuestas y el valor que buscabas para hacer lo realmente necesitas hacer. Él puede seguir en el hoyo mucho tiempo pero tú no, tienes mucha luz como para quedarte con él en ese abismo. Nunca te olvides.