ayer aquí... hoy también

Ehh... pues ni sé cómo empezar...

Este semestre pinta pesado, de las 6 materias que estoy tomando este semestre, todas me interesan mucho, todas suenan a que seran muy útiles para mi carrera, el único detalle es que todos mis profesores son super exigentes... está bien, así aprenderé algo de verdad, pero ¡ojalá dejaran un poco menos de tarea!

Ya hasta extrañaba mis ojerasmapachescasnotemanchesquemeabarcanmediacara.

Entre las desveladas, que mejor dicho son desmadrugadas (duermo de 1am a 5am) así que parezco caballolechero a medio día, y cuando voy manejando sólo pienso "¡no mames no mames, no me puedo dormir!! abre los ojos cabrona!" y me voy cagando de frío con la ventana completamente abierta y voy cantando a todo pulmón Trollywood como loca para que no se me cierren los ojos a pinche medio periferico.

¿Y sabes?
En parte agradezco que no estés conmigo... no tendría tiempo para ti.
Que bueno que no me obliga la situación a dedicarte tiempo a ti... que bueno que te olvidaste de mi y que no me buscas más... sino, no tendría tiempo de hacer tareas, practicas profesionales, clases, etc.

Si... es mejor pensar eso, que sólo pasar el día chillando porque te quiero y no te tengo. Porque hice todo lo que estaba en mis manos, y aún así... no funcionó. No quieres que funcione, o sabrá Dio qué sea lo que pasa por tu mente... lo que sí, eres unanenitapocoshuevos que no tiene el valor de decir las cosas como son como presumias tanto.

Pero odio esta situación, odio estar cansada y dolida... odio ver mi cara al espejo en estos momentos, entre los ojos rojos por ti... y negros por la escuela parezco comercial contra la violencia a las mujeres... o una pieza de arte abstracto, que sólo muestra una cosa... depresión.

Si... depresión, de esa buena, de la que no te suelta, de esa que te abraza con tanta fuerza que crees que explotarás, de esa que sin importar la hora del día te acompaña, de esa que te lleva de la mano hasta lo más profundo de ti...

Y sólo quiero caer, soltar ese hilo del que me sostengo en la costura de tu pantalón, caer y caer, y en la caida, antes de tocar el fondo, desmayarme para no sentir más.