miércoles, 4 de agosto de 2010

COMO (NO) DORMIR CON UN HOMBRE

Este articulo yo no lo escribí, lo tengo impreso entre un monton de papeles de la uni y haciendo limpieza general lo encontré, no tiene autora... pero aqui lo comparto:

Siempre es complicado dormir con un hombre; yo diría que es algo así como una misión imposible. Él duerme de ladito y tú boca abajo; a él le gusta dormir como tamal y a ti aventar las cobijas en la primera oportunidad. Tú necesitas más horas de sueño y él amanece fresco como lechuga. Lo peor son los ruidos tan poco sexys que hacen cuando se despiertan...

¿Y qué tal los ronquidos? Hace unos días mi primo vino de visita y se quedó cual lirón echado en mi cama. Yo estaba tratando de escribir un artículo y me tuve que salir de la habitación pues sus ronquidos no me dejaban en paz. Por fin un buen samaritano le llamó al celular; ni tarda ni perezosa me ofrecí de voluntaria para despertarlo y logré sacarlo de mi lecho ¡Fiu! Regresé feliz a la paz de mi espacio.

¿Sabpias que ellos roncan más que nosotras? De acuerdo con estudios médicos de la Universidad de Boston, el 25% de los hombres de 30 años ronca, aunque según mi punto de vista son más. Este problema empeora con la edad: a los 45 o 50 años más del 50% de ellos ronca, a comparación con 35% de las mujeres.

Sí que roncan, aunque lo nieguen rotundamente. Cuando están boca arriba roncan peor. Se cree que las mujeres tenemos menor disposición a emitir molestos ruidos porque la progesterona (hormona femenina) estimula la respiración. Aunque te confieso que mi sobrina de 11 años cuando duerme conmigo, ronca; inclusive me he despertado a mí misma con uno que otro ronquido salido de mi delicada gargantita, je.

Hay varias soluciones para evitar de que tu hombre ronque: convéncelo de que evite las cenas muy pesadas y tardías, pues el exceso de comida dificulta la respiración y provoca el ronquido. Intenta que no beba tanto y que fume menos, porque el alchol y el tabaco irritan la garganta, dificultando el paso de aire en las vías respiratorias. Procura que tu colchón no sea demasiado suave, poruqe estos invitan a dormir boca arriba. Tambipen puedes utilizar un humificador para evitar las membranas resecas y, por consiguiente, los ronquidos. Además, ya venden unas banditas que se pegan en la nariz; aunque es una buena opción, sólo úsalas cuando las recete unmédico.
Y bueno, si los ronquidos son molestos, ¿que tal las volteretas? Cierto es que la gente saludable realiza unos 40 o 50 movimientos, con unas 12 vueltas completas cada noche, aproximadamente. Esto nos sirve para aliviar la tensión del cuerpo. Pero estarás de acuerdo en que alguien que no deja de moverse, tampco permite dormir a su compañera de cama. La solución ideal puede ser una cama más grande para que cada quien pueda tener su propio movimiento.

Los peores compañeros de cama son los que tiran patadas, ¡qué espanto! Los ataques pueden durar desde unos minutos hasta horas. Esto requiere tratamiento porque puede dejar a su compañera sin sueño y con un humor de los mil diablos al día siguiente.

Hay quienes empujan a su compañera de cama durante el sueño. Dicen los expertos que la causa es psicológica. Una de dos: o te uiere alejar o no quiere estar lejos de ti. Y es que el Dulcineo puede querer estar muy cerca de ti, por lo que aun teniendo mucho espacio, hará lo mismo.

De igual manera, dormir con alguien que no se mueve es muy incómodo, tanto comohacerlo con quien se desparrama por toda la cama. Y qué decir de los que duermen de manera diagonal, sin dejarte espacio. Cuando en una pareja uno de los dos cambia drásticamente la posicion usual de dormir, hay algo más. Pudiera haber problemas.

Quizá el dilema no sea el movimiento la posición, sino el horario. Hay parejas que tienen horarios distintos, y hay quienes hacen demasiado rido. Lo ideal es que si él se duerme más tarde que tú, trate de no hacer tanto ruido, o que de plano se espere a que te duermas para hacer lo que tenga que hacer.

Según los expertos, es más sencillo adaptarte a dormir con alguien si lo haces diario que cada fin de semana. Realmente puede ser un verdadero placer dormir con alguien, pero también un martirio. Todo depende del cristal con que lo mires.

A todas ustedes, ¡dulces sueños!

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